El lado oscuro de la impresión 3D: desafíos, riesgos y usos maliciosos (II)

- Skimmers: un carder es un tipo de delincuente que se centra en el fraude con tarjetas de crédito, intenta robar la información digital o física de las tarjetas ya sea en los dispositivos POS o en los cajeros automáticos para crear luego copias falsas. Con una impresora 3D, resulta mucho más fácil incluso para un criminal de escasos recursos crear un dispositivo para clonar tarjetas de crédito (denominado skimmer) que parezca un lector de tarjetas normal y simule creíblemente ser parte del cajero automático.
- Duplicación de llaves y master keys: en Alemania utilizaron una impresora 3D para reproducir llaves de esposas de alta seguridad. En el MIT realizaban tomografías computadas de llaves y luego utilizaban los escaneos para imprimir llaves maestras en 3D de una marca de llaves "no duplicables". También se conocen diseños imprimibles en 3D para llaves maestras de equipaje aprobadas por la TSA, incluso actualmente en Thingiverse pueden encontrarse Key Decoders para duplicar llaves de hogares. Lo mencionado anteriormente no es ilegal, pero los delincuentes podrían adoptar estos métodos para usos indebidos.
- Distribución de drogas: distintos grupos de distribución de drogas utilizan la impresión 3D, como por ejemplo el grupo DougHeffernan, que imprimía cartuchos de inyección de tinta, contenedores falsos, cajas de maquillaje y cartuchos de juegos para ocultar drogas en su interior y entregarlas a sus clientes sin despertar sospechas.
- Falsificación: la impresión 3D permite materializar casi cualquier objeto de acuerdo a un modelo de diseño creado por el usuario, descargado de internet o copiado. Como se explicó en el punto anterior, si estos modelos son sustraídos a empresas legítimas y compartidos o vendidos por parte de criminales, podrían usarse para la falsificación de productos.
- Utilizando un cortafuegos correctamente, configurado además de la propia configuración del dispositvo que permita limitar el acceso para proteger la impresora y la red en la que se encuentra. Si es posible, no conectar la impresora 3D a Internet, y en caso de ser indispensable, utilizando al menos una VPN y un segundo factor autenticación para proteger las comunicaciones y asegurarse que solo los usuarios autorizados tengan acceso a su administración.
- Actualizando periódicamente el firmware de la impresora 3D y el software utilizado para las distintas etapas del proceso de impresión.
- Protegiendo los archivos de impresión y modelos críticos o confidenciales con controles de acceso adecuados, cifrando su contenido y verificando su integridad antes de ser utilizados para la impresión de piezas, pudiendo así detectar modificaciones no autorizadas.