Este sector se enfrenta a una transformación acelerada marcada por la digitalización, la demanda de experiencias personalizadas y la presión por optimizar márgenes. La fragmentación de datos, la obsolescencia de modelos de fidelización y la necesidad de adaptación tecnológica son desafíos críticos.
Al mismo tiempo, tendencias como la sostenibilidad, la hiperpersonalización, la economía digital y la Inteligencia Artificial están redefiniendo la experiencia del viajero. En este contexto, las organizaciones deben integrar tecnologías disruptivas para responder con agilidad, eficiencia y seguridad a las nuevas expectativas del cliente y maximizar su rentabilidad operativa.