El sector transporte y logístico atraviesa una transformación acelerada, impulsada por la digitalización, la presión por la sostenibilidad y el auge del comercio electrónico.
Las empresas deben adaptarse a una demanda de entregas más rápidas, mayor trazabilidad y resiliencia operativa. A ello se suma la necesidad de reducir emisiones, optimizar costes y adaptarse a un consumidor más exigente.
En paralelo, las administraciones públicas afrontan el desafío de planificar infraestructuras de transporte más eficientes y sostenibles, con una movilidad urbana adaptada a nuevos hábitos de desplazamiento.
La toma de decisiones basada en datos, la gestión inteligente del tráfico y la optimización de las redes de transporte son tendencias clave para construir ciudades inteligentes y entornos logísticos más predictivos, eficientes y sostenibles.