Algoritmos entre bambalinas: Hollywood y la revolución tecnológica de la IA
Como tantos otros sectores, el panorama del audiovisual se está transformando a una velocidad vertiginosa gracias a la influencia creciente de la Inteligencia Artificial (IA). La convergencia de algoritmos avanzados y la producción cinematográfica digital ha dado lugar a una revolución, desafiando las convenciones tradicionales de la industria del entretenimiento.
Este cambio no está exento de tensiones, como lo evidencia la reciente huelga de actores y guionistas que ha sacudido Hollywood, marcando un punto de inflexión en la relación entre la creatividad humana y la automatización.
En este contexto, la regulación se presenta como una necesidad ineludible, una medida crucial para equilibrar las posibilidades ilimitadas de la IA con los valores fundamentales de la narrativa cinematográfica y la fuerza laboral creativa. Adentrémonos en los entresijos de esta revolución que ya es una realidad.
Luces, cámara…¡y huelga! Hollywood y la transformación digital
En 2007 la meca del cine (y series) occidental se sumió en el caos cuando la WGA (Writers Guild of America, el sindicato de guionistas estadounidense) convocó una huelga histórica. La disputa se centró en un escenario emergente: el consumo digital de contenido.
La irrupción de plataformas en línea y servicios de streaming (muchos de ellos nuevos jugadores digitales en un tablero analógico), que prometían un nuevo paradigma, desató un conflicto sobre la compensación justa para los guionistas en este nuevo terreno.
Los titanes de Hollywood se encontraron atrapados entre las páginas de los guiones y las líneas de código, mientras los guionistas buscaban adaptar sus contratos a la era digital en rápida evolución. Esta huelga de 100 días no solo paralizó la producción, sino que también expuso las grietas en el modelo de negocios tradicional frente a las transformaciones digitales que moldearían el futuro de la industria del entretenimiento.
En 2023 vivimos un deja vù: la ruptura de las negociaciones entre el sindicato de actores, SAG-AFTRA, y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) desencadena una nueva huelga, la primera de este tipo desde 1980. Las tensiones se intensifican con el parón simultáneo de guionistas que comienza en mayo.
La presidenta de SAG-AFTRA, Fran Drescher, acusa a la AMPTP de actuar de manera "insultante e irrespetuosa" y destaca cuatro factores clave de la huelga: la justicia económica, la regulación del uso de la inteligencia artificial, la adaptación a la autograbación y los residuales (pagos adicionales recibidos por el uso continuo de un trabajo después de su estreno inicial, que fueron un punto clave en la huelga de 2007, para reconocer que su producto genera valor mucho después de su lanzamiento inicial).
La utilización de “dobles digitales” sin consentimiento explícito es uno de los principales puntos de tensión respecto a la IA.
Hubo varios puntos de tensión respecto a la IA. Uno de los principales fue la utilización de “dobles digitales”, en la mayoría de los casos sin un consentimiento explícito. Extras y figurantes reportaban que en muchas ocasiones se les había escaneado como parte de su contrato, sin especificar para qué, encontrándose que no les volvían a contratar porque tenían un modelo digital que utilizar de manera gratuita.
SAG-AFTRA demandaba una regulación de esta tecnología, compensando justamente a aquellas personas de las que se generara un doble digital. Del mismo modo, la WGA exigía limitar el uso de modelos de lenguaje de IA (LLMs, Large Language Models) como ChatGPT para prescindir de guionistas reales.
Todo esto suena a ciencia ficción, pero ya es el día a día de decenas de miles de profesionales del sector audiovisual, que ven peligrar sus trabajos por emplear la IA de manera desregulada e indebida.
No cabe duda de que este no es más que el comienzo de un largo camino hacia el entendimiento y un nuevo modelo productivo que permita la transformación digital de manera humana, sostenible y ética. Veamos a continuación algunos ejemplos recientes de la utilización de IA en cine y televisión.
We’re living in the future
La IA siempre ha formado parte del imaginario del cine, y la ciencia ficción presenta cientos de películas con esta temática, desde Metrópolis o Blade Runner hasta Terminator y Juegos de Guerra.
En los últimos años, las películas se han ido volviendo más realistas, ya que lo que parecía pura fantasía empieza a ser percibido como una realidad ya existente o muy próxima a serlo. No hay más que ver cómo dos de las películas más aclamadas por la crítica en 2023, The Creator y Misión: Imposible. Sentencia Mortal, tienen la IA como tema central (de hecho, Joe Biden reconoció que esta última le motivó a aprobar la nueva normativa estadounidense sobre IA.
Black Mirror planteó un gran dilema que parecía predecir lo que pasó más tarde con la huelga de guionistas.
En el mundo de la pequeña pantalla, la oscurísima Black Mirror planteó un gran dilema que parecía predecir (una vez más) lo que pasó más tarde con la huelga. ¡Spoiler alert! En su primer capítulo de la sexta temporada, Joan is awful, una plataforma de streaming -sospechosamente similar a Netflix- genera con IA una serie en tiempo casi real narrando el día de una usuaria, pero protagonizada por una doble digital de la actriz Salma Hayek.
Al ver expuesta de esta manera su intimidad, la única manera de llamar la atención de la plataforma es que la usuaria haga cosas extremadamente ridículas y humillantes, para que la propia Salma Hayek se queje de aparecer en pantalla realizando estas acciones con las que no está de acuerdo y por las que no está cobrando. Vista la sección anterior, ¿nos suena?
- Pero no hace falta que hablemos de películas o series sobre la IA, porque ésta ya las crea (parcialmente, aunque es cuestión de tiempo que lo pueda hacer por completo), en general con cierta polémica. Disney ha tomado claramente la delantera en este campo, ya desde 2020 con The Mandalorian y el rejuvenecimiento de Mark Hamill por deepfake.
- De forma más reciente, la serie Loki de Marvel tiene arte promocional generado con IA, y Secret Invasion, también de Marvel, emplea IA en sus títulos de crédito, con un resultado algo cuestionable (aunque defendido por los showrunners).
- Por último, la película de Disney+ Prom Pact usó extras generados por IA en una escena, con un acabado más que cuestionable en este caso. Además, estos dobles digitales eran sobre todo personas de etnia no blanca, eliminando por tanto oportunidades de trabajo para personas afroamericanas o asiáticas, ahondando más aún en el complejo aspecto ético de la IA sin regulación.
Una aplicación menos polémica de la IA en el cine es la posibilidad de poder restaurar e incluso rescatar películas prácticamente perdidas, especialmente celuloides anteriores a 1930.
Si bien las técnicas tradicionales son insuficientes, la IA demuestra ser capaz de llegar más allá y poder compartir con el público un cine que no podría existir de otro modo.
Por ejemplo, el megadocumental Get Back (también de Disney+) restauró mediante IA metraje en muy mal estado, especialmente en cuanto a calidad de sonido. De este modo, se pudo aislar cada instrumento por separado, llegando a un excelente estándar de audio.
Del mismo modo, estas técnicas han servido para que en pleno 2023 vivamos el lanzamiento de una nueva canción de The Beatles, Now and Then, al poder reparar la voz de John Lennon de una grabación casera de 1977, y que suene como si estuviera grabada en estudio.
Una revolución inevitable, una regulación inexcusable
Finalmente, la huelga de SAG-AFTRA llegó a su fin con la ratificación de un nuevo acuerdo en diciembre de 2023. En este, hay 5 páginas enteras dedicadas únicamente al papel de la IA, estipulando los límites éticos y legales, y requiriendo tanto un consentimiento explícito como una remuneración justa para las personas afectadas por la aplicación de estas herramientas.
Que la IA ha llegado para quedarse está claro. Si miramos por el retrovisor, nos damos cuenta de que, aunque parezca que ChatGPT ya lleva con nosotros toda la vida, se lanzó en noviembre de 2022. Estamos aún en los primeros compases de lo que promete ser una nueva revolución tecnológica que transforme por completo el sector audiovisual.
En este fascinante cruce entre arte y algoritmos, recordamos las palabras de Arthur C. Clarke: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Y por algo se habla siempre de “la magia del cine”.
La innovación siempre irá por delante de nuestra inercia como seres humanos, por lo que es normal que haya tensiones al comienzo de cualquier cambio de paradigma. No hay más que recordar que el clásico de 1982 Tron, pionero en el uso de CGI (Computer Generated Images), no pudo ser nominado al Oscar a Mejores Efectos Visuales porque la Academia de Cine consideró que “usar un ordenador es hacer trampa”.
En un año en el que hemos tenido estas huelgas históricas del sector audiovisual con gran foco en el impacto de la IA, hemos podido ver las primeras aplicaciones comerciales de esta tecnología, no exenta de cuestiones éticas y problemas legales.
En este sentido, una regulación de la IA clara y posicionada a favor de los trabajadores humanos es completamente necesaria, para adaptarnos a este nuevo paradigma al igual que nos adaptamos hace más de 15 años a la llegada de las plataformas de streaming y el contenido 100% digital. La revolución, próximamente en los mejores cines.
Referencias:
- SAG-AFTRA’s new contract hinges on studios acting responsibly with AI - The Verge
- Eduardo Grojo: ¿Quiere la IA destruir el cine? (Telos 123 Especial Inteligencia Artificial)
- Marvel’s “Secret Invasion” AI Art Sparks Controversy in Opening Credits | by Jim the AI Whisperer | The Generator | Medium
- AI movie restoration - Scarlett O’Hara HD - deepsense.ai
- Actors Approve SAG-AFTRA Deal That Ended 118-Day Strike (people.com)
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