De caballero a diplomático, y de diplomático a estratega: la evolución del CDO

13 de mayo de 2019

Para comprender una realidad compleja, es necesario observarla desde distintos puntos de vista. Por eso, Adolf Hernández, Director de Data & Analytics en everis, y Lluis Esteban, CDO de CaixaBank, ofrecieron una visión sobre la evolución del rol del CDO desde el punto de vista de la consultoría y del cliente.

Tal y como señaló Hernández,“hace 5 años podíamos hablar del CDO como el ‘caballero del dato’. Tenía que luchar por promover una correcta gobernanza y calidad del dato. No es que ahora esa batalla no se produzca”, subrayó, “sino que se ha ganado terreno y ahora la labor de pedagogía es mayor. Por eso, ahora podemos hablar de un CDO 2.0 o ‘diplomático del dato’ como mediador entre IT y negocio en un entorno marcado por una mayor regulación, más expectativas en cuanto a valor añadido proporcionado por los datos y con una falta de talento cualificado”.

Asimismo, hubo tiempo para vislumbrar lo que podemos esperar el CDO 3.0, “si bien algunos de sus retos ya se están produciendo”, matiza Hernández. “El CDO 3.0 o ‘estratega del dato’ tiene como misión de llevar la cultura del dato a todos los rincones de la organización, que el dato esté detrás de toda decisión estratégica, mediante una gobernanza sólida, la implementación del data ethics y el despliegue de nuevas tecnologías”.

Estamos transitando, por tanto, de un escenario de evangelización y divulgación a uno de negociación, para acabar llegando al centro de la toma de decisiones estratégicas dentro de la empresa. La evolución es patente, pero los retos, también. “Sin duda, hay muchas más compañías con CDO hoy que hace 5 años, pero en muchos casos, su figura no ha evolucionado lo suficiente. Muchos profesionales aún tienen un perfil marcadamente técnico propio del ‘caballero del dato’, que lucha por la calidad de la información y es impulsado o frenado en función de la necesidad de los proyectos”, concluyó Hernández.

Según Lluis Esteban, CDO de CaixaBank, “efectivamente, estamos afrontando nuevos retos más relacionados con negocio, y menos con tecnología: valor y monetización, regulación... Por ello, tenemos que cruzar la barrera del tecnicismo, ir más allá, dejando atrás silos de información y compartir y colaborar con un enfoque de producto. Dejar de hablar del dato de marketing o finanzas para hablar del dato a secas de la compañía. Fomentar el ímpetu creativo y despertar el interés de las distintas áreas de negocio para que aprendan a usar los datos”.

En este sentido, Esteban destacó que “el CEO debe preocuparse por saber de dónde proceden los insights que impulsan su negocio. Y, cuando se preocupe, debe contar con la seguridad de que los datos son de calidad. En otras palabras, debemos ser capaces de hacer ver a la alta dirección la aportación del CDO. Y, para ello, debemos promover los servicios que busquen proporcionar el máximo valor añadido posible. Parece obvio, pero aún es difícil de entender en España, si bien ya se tiene más curiosidad por el ROI y los KPI, los niveles de satisfacción y la eficiencia”.

Esteban señaló otro reto acuciante: “debemos repensar nuestras estructuras organizativas, algo de capital importancia en un contexto marcado por la falta de recursos y la dispersión de herramientas. Las empresas deben hablar un mismo lenguaje y tener clara la definición de los conceptos básicos”.

“La alta dirección debe preocuparse por saber de dónde proceden los insights que impulsan su negocio. Para ello, debemos promover los servicios que busquen proporcionar el máximo valor añadido posible”

Esta unificación de procesos y herramientas es especialmente importante si la empresa afronta problemas para encontrar y retener el talento. Para abordar este otro desafío, deben motivar a los empleados con proyectos interesantes, más allá de una retribución atractiva.

Asimismo, tal y como apuntó Esteban, algunos de los retos del CDO 3.0 ya se están produciendo. “Por ejemplo, el desarrollo tecnológico está propiciando que ya no hablemos solo de visualización de información, sino de un consumo más amplio que puede pasar por la conversación y la búsqueda por voz. En resumidas cuentas, de lo que hablamos es de democratización de la información, y esto va a cambiar la manera en la que trabajamos, nos comunicamos y colaboramos”.

¿QUÉ LE ESPERA AL CDO EN LOS PRÓXIMOS AÑOS? (II)

Muchas empresas ya cuentan con un CDO, pero la mayoría aún no ha desarrollado prácticas consolidadas de gestión del dato. Si bien el número de Chief Data Officers crece progresivamente, muchas organizaciones aún no relacionan el dato y su análisis como un elemento clave para el desempeño económico de la organización. Los datos aún no se reconocen de facto como un activo empresarial, pero se están comenzando a implementar estrategias de monetización, que serán más comunes a medida que las empresas comprendan la importancia de ser data driven.

Post escrito por el Club Chief Data Officer Spain