MYCIN, El comienzo de la Inteligencia Artificial en el mundo de la medicina

14 de noviembre de 2018
El mundo de la Inteligencia Artificial abarca cada vez más campos y cada vez es más habitual su uso en la vida cotidiana, desde su uso en videojuegos hasta la creación de un hogar inteligente. Todo esto ha sido posible gracias a muchos sistemas expertos que en su momento fueron creados con la idea de aprender de los humanos y ser capaces de reproducir su comportamiento. En el día de hoy os hablaremos de cómo uno de estos sistemas expertos fue capaz de hacer historia en el mundo de la medicina.
MYCIN fue uno de los primeros sistemas expertos de la historia de la IA, fue desarrollado con la intención de facilitar el diagnóstico de enfermedades de la sangre ayudando a los doctores y ahorrándoles gran cantidad de tiempo. MYCIN era capaz de identificar las bacterias que causaban la infección en los pacientes y sugería los antibióticos y las dosis adecuadas para el peso de cada paciente. También era capaz de detectar enfermedades infecciosas de la sangre como la meningitis y la bacteriemia.
Su desarrollo comenzó a principios de los años setenta en la Universidad de Stanford. Se escribió en Lisp y formó parte de la tesis doctoral de Edward Shortliffe, bajo la supervisión de varios expertos, entre ellos Bruce Buchanan. Se desarrolló en un periodo de 5 o 6 años y recibió el nombre de MYCIN basándose en el nombre de algunos de los antibióticos que recetaba.
MYCIN es un sistema experto creado a partir de una serie de reglas causa-efecto, su base de datos consta de alrededor de unas 500 reglas. Para que el programa funcione, es necesario que un sujeto responda una serie de preguntas cuyas respuestas solo pueden ser “si” y “no”. Una vez obtenido el diagnóstico muestra la lista de las posibles bacterias culpables de la dolencia además de indicar su índice de confiabilidad. Su comportamiento es muy similar al de un doctor de verdad, de hecho también es capaz de explicar cómo llegó a su conclusión final y de recetar los medicamentos necesarios para acabar con las bacterias
Aunque MYCIN fue todo un éxito el programa no llego a utilizarse en los hospitales. Sus resultados eran bastante buenos. De hecho, el porcentaje de acierto en sus diagnósticos rondaba por el 70%, una cifra en la mayoría de los casos superior a la obtenida por la mayoría de los expertos humanos en una serie de pruebas realizadas bajo los mismos criterios. A pesar de su alto nivel de exactitud a la hora de realizar diagnósticos el programa tuvo bastantes críticas que concluyeron haciendo que nunca llegase a utilizarse en los hospitales por problemas legales. Si se diese el caso en el que el programa ofreciese un diagnóstico erróneo con consecuencias negativas para un paciente (incluyendo la muerte), ¿Quién sería el responsable?
Aunque todavía no se ha explotado todo el potencial de los sistemas expertos en el ámbito medico, hay muchas iniciativas en marcha. En la actualidad también se están aplicando con gran éxito a otros muchos campos. Desde la selección de los mejores candidatos para la autorización de créditos en algunas entidades bancarias hasta la realización de prospecciones minerales o la ingeniería genética.