Ciberseguridad para nómadas digitales, en remoto y protegido
La economía global actual ha evolucionado. El término 'economía digital' se refiere a la integración de las tecnologías de la información en todo el ciclo de vida de bienes y servicios abarcando producción, comercialización y consumo. Esencialmente, este concepto subraya cómo las industrias aprovechan el crecimiento exponencial de las tecnologías para innovar, creando o adaptando productos y servicios para seguir siendo competitivas en un entorno cambiante.
En su Informe del Panorama de Amenazas 2024 ENISA identificó siete amenazas principales a la Ciberseguridad encabezadas por el ransomware, malware, ingeniería social, amenaza contra los datos, amenazas contra la disponibilidad: denegación de servicio (DDoS), manipulación e interferencia de información y ataques a la cadena de suministro.
Todo esto al observar 11.079 incidentes, 322 de ellos dirigidos específicamente a dos o más estados miembros de la Unión Europa. Además, se atribuyen distintos tipos de motivaciones vinculadas a los actores de amenazas, como el beneficio económico, espionaje, destrucción e ideología.
Ciberamenazas para los nómadas digitales
Por tanto, el contexto es un mundo marcado por las tensiones geopolíticas, la complejidad, la aceleración y la incertidumbre, ¿cómo pueden las organizaciones posicionar a su personal nómada digital para enfrentar los retos de ciberseguridad ligados a diferentes normativas, amenazas de Estado-nación e inestabilidad?
Cada vez más personas utilizan dispositivos conectados a Internet, como teléfonos móviles, ordenadores, relojes y pulseras inteligentes. Esta conectividad permite la participación en un entorno global sin restricciones de tiempo y espacio. Como resultado, la economía digital se vuelve accesible para millones de personas en todo el mundo, facilitando el intercambio de bienes y servicios tanto para los proveedores como para los consumidores.
¿Sabías que cada destino nuevo y conexión en redes públicas, como hoteles o cafeterías, puede ser una potencial amenaza cibernética?
✅ De acuerdo con World Youth Student and Educational Travel Confederation (WYSETC) estimó que la cantidad de nómadas digitales superaba los 40 millones en 2023, con un crecimiento previsto de aproximadamente 60 millones para 2030 en todo el mundo.
Cultura del nomadismo digital
Tras ver todo lo que está aconteciendo en la dinámica actual con los 'nómadas digitales' es preciso trasladarnos a conocer el ciberespacio donde tiene su origen en el ecosistema digital y fue introducido por el escritor estadounidense William Gibson en 1984 en su novela “Neuromante”. El ciberespacio abarca elementos como Internet, las redes de telecomunicaciones, los sistemas informáticos y los procesadores integrados que se encuentran en industrias críticas o de servicios esenciales.
El ciberespacio es un entorno sofisticado donde interactúan individuos, software y servicios mediante dispositivos tecnológicos y redes conectadas. A diferencia del mundo físico, el ciberespacio es un dominio global complejo. Conocido como el quinto dominio, tiene importancia estratégica junto con la tierra, el mar, el aire y el espacio.
Dada la naturaleza en constante evolución de las amenazas cibernéticas, ¿Cómo pueden las organizaciones cultivar una cultura de adaptabilidad, resiliencia y aprendizaje continuo entre los nómadas digitales para contrarrestar eficazmente las amenazas emergentes, desde sofisticados esquemas de ciberataques?

Ahora bien, nómada digital, termino acuñado en 1997 por Tsugio Makimoto y David Manners, se refiere a una persona que combina e integra el potencial y las posibilidades de las tecnologías actuales, emergentes y disruptivas con su impulso natural de viajar, logrando vivir, trabajar y existir en movimiento.
Por lo regular, estos teletrabajan y eligen lugares como sus casas, coworking, work café, países, cafeterías o bibliotecas públicas en lugar de un espacio de trabajo fijo tradicional. ¿Pero cuáles son los riesgos cibernéticos a los que están expuestos? ¿Cómo pueden protegerse? ¿Qué impacto provoca este estilo de vida en la dinámica de la cultura de ciberseguridad de las organizaciones?
La cultura nómada digital representa un estilo de vida moderno y una tendencia profesional marcada por la adaptabilidad, la resiliencia y la flexibilidad horaria. Estas personas desafían las estructuras y jerarquías empresariales tradicionales.
Riesgos y amenazas de ciberseguridad para los nómadas digitales
En un mundo cada vez más interconectado, muchos profesionales trabajan desde cualquier lugar con Internet. Este estilo de vida ofrece libertad y flexibilidad, pero también plantea retos únicos de ciberseguridad.
Los nómadas digitales suelen usar redes Wi-Fi públicas o privadas y dispositivos personales, lo que los hace vulnerables a diversas amenazas cibernéticas.
¿Cómo pueden las organizaciones equilibrar la autonomía concedida a los nómadas digitales con el imperativo de mantener un marco de ciberseguridad centralizado? ¿Qué enfoques innovadores pueden emplearse para capacitar a los individuos al tiempo que se garantiza la resistencia colectiva de la ciberseguridad?
El panorama de las ciberamenazas es dinámico y diverso, y refleja la naturaleza cambiante de los retos de la ciberseguridad en la era de la transformación digital emergente y disruptiva. Más allá de la protección de los datos profesionales, su información personal sigue en constante riesgo. Para ellos, la ciberseguridad no es solo una capa adicional de protección, sino un imperativo, especialmente a medida que navegan por los diversos terrenos digitales en todo el mundo.
La superficie de exposición y de ataques de los nómadas digitales puede ser muy amplia y diversa, ya que inciden distintas variables.
Desde mi experiencia al emprender mi destino como nómada considero aspectos como, entre otros:
- Posicionamiento internacional del país con perspectiva geopolítica y tensiones.
- Perfil de riesgo del país.
- Postura de Ciberseguridad, blanco de ciberataques, situaciones y novedades.
- Marco legal de ciberseguridad y protección de datos.
- Seguridad física y del entorno.
- Seguridad aeroportuaria, software y tecnologías que permiten ser usadas en ese país y las que no.
- Métodos de confiscación y control por parte de las autoridades del país.
- Principales medios de comunicación, agencias y cuerpos de seguridad,
Estos son algunos riesgos a los que podemos encontrarnos expuestos:
- Redes Wi-Fi públicas e inseguras.
- Aspectos políticos, legales y estratégicos.
- Suplantación de identidad e ingeniería social.
- Interceptación o alteración de las comunicaciones.
- Intervenciones telefónicas y espionaje.
- Seguridad física y del entorno.
- Seguridad de los dispositivos.
- Seguridad en la nube.
- Descarga de archivos o software maliciosos.
- Sincronización entre dispositivos.
- Métodos de autenticación débiles.
- Software obsoleto.
- Geolocalización.
Estrategias de seguridad para un entorno de ciberamenazas
Para navegar por este panorama, existen responsabilidades compartidas entre los nómadas digitales y las organizaciones donde deben adoptar una postura proactiva en materia de ciberseguridad. Incluyendo:
- Mejorar sus prácticas y ciberhigiene con el uso de tecnologías de comunicación seguras y cifradas.
- Aplicación de métodos de autenticación robustos.
- Adopción de redes privadas virtuales (VPN, siglas en inglés).
- Mantenerse informado sobre las últimas amenazas de ciberseguridad, geopolítica y mejores prácticas.
- Monitorización permanente y periódico de los controles de seguridad.
- Protección de las actividades en línea para mitigar los riesgos y mantenerse seguro y resiliente.
✅ Desde mi experiencia en esta cultura de nomadismo digital y en empresas nativas digitales, es esencial tener conciencia de la información que manejamos y su tratamiento: no sabemos quién está a nuestro alrededor ni tenemos control del entorno.
Es importante priorizar y equilibrar los esfuerzos de los controles de seguridad para proteger los datos confidenciales y sus propiedades. Por ello, se recomienda contar con una política integral de Ciberseguridad que incluya directrices claras para el teletrabajo y la movilidad.
Las herramientas de colaboración deben ser seguras y aprobadas por la organización para reducir los riesgos asociados y sus posibles efectos negativos.
Pero esto no solo se queda en los controles tecnológicos, sino que es preciso fomentar una cultura de concienciación y formación en ciberseguridad con enfoque en riesgos en aras de garantizar que los nómadas puedan estar alerta y asumir la responsabilidad de mantener un entorno digital seguro en su ecosistema. La prevención es el catalizador de la concienciación.
La dinámica del trabajo remoto, el nomadismo digital y las empresas nativas digitales se sustenta en una mentalidad consciente de la ciberseguridad, donde coexiste la responsabilidad compartida de fortificar nuestro entorno digital, garantizando la seguridad, resiliencia y confianza. Recuerda que la VPN no lo es todo, hay otras cosas en seguridad.
■ Acceso al informe Panorama de Amenazas 2024 de ENISA →
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