Mejora la seguridad de tus API con Web Application Defense (WAD)

20 de junio de 2024

Las API desempeñan un papel clave en los procesos de digitalización y modernización, mejorando significativamente la forma en que las empresas ofrecen, conectan y escalan sus aplicaciones.

La seguridad de estas interfaces críticas, sin embargo, con frecuencia es insuficiente. A medida que se incrementa su uso, muchas empresas carecen de las herramientas, habilidades y el tiempo necesario para proteger sus API, nuevas o heredadas, frente a las ciberamenazas emergentes.

Creciente superficie de ataque

Las API son un componente fundamental en las prácticas de desarrollo ágil y las arquitecturas basadas en microservicios, ya que permiten una integración perfecta entre aplicaciones, sistemas y servicios. Pero mientras que las API aceleran el despliegue de aplicaciones también incrementan la superficie de ataque que hay que gestionar y proteger.

Proteger las API a esta escala es complejo, ya que un error de configuración o una deficiencia en la seguridad puede exponer a las empresas a ciberamenazas

Sin una seguridad y una supervisión centralizadas, las organizaciones siguen luchando por mantener unas posturas adecuadas de seguridad de sus API.

Ciberamenazas avanzadas

Las investigaciones muestran que más del 90% de los ciberataques basados en la Web tienen como objetivo los endpoints API. Por una buena razón: las API, un componente central de las aplicaciones web y móviles de hoy en día, manejan grandes volúmenes de datos y ofrecen a los atacantes una vía de acceso directa a sistemas empresariales críticos.

Esto las convierte en el principal foco de un sinfín de exploits y actividades fraudulentas, como ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), exfiltración de datos, usurpación de credenciales y ataques basados en bots.

Para protegerse contra estas amenazas, las organizaciones necesitan un enfoque proactivo y por capas que proteja de forma integral las API frente a los ciberataques de hoy y de mañana.

Como componente central de las aplicaciones web y móviles, las API manejan grandes volúmenes de datos y ofrecen a los atacantes una vía directa hacia sistemas empresariales críticos.

Las API no gestionadas y no supervisadas

A medida que las aplicaciones se extienden por múltiples nubes, centros de datos y el Edge, es fácil perder de vista qué API están en uso y dónde. Esto incluye las API en la sombra que se han creado sin la debida autorización, supervisión o documentación de TI, así como las API en desuso que pueden haber quedado obsoletas o abandonadas, pero que aún permanecen en los entornos.

Las API no gestionadas crean enormes puntos ciegos para las organizaciones que elevan los perfiles de riesgo e introducen, sin saberlo, áreas de exposición. Sin embargo, salvaguardar estas API sigue siendo un reto, ya que las empresas carecen de la visibilidad necesaria para identificar y proteger las interfaces falsas e inactivas, independientemente de dónde se encuentren.

Seguridad de API simplificada y probada

Para seguir el ritmo del panorama actual de las API, en constante evolución, las organizaciones necesitan soluciones simplificadas y completas que protejan las interfaces a lo largo de todo su ciclo de vida.

Telefónica Tech Web Application Defense (WAD) permite a las empresas de todos los tamaños proteger aplicaciones y API en entornos en la nube, locales y periféricos, todo desde un único servicio gestionado.

Como parte de la cartera de soluciones NextDefense de Telefónica Tech, e impulsado por las tecnologías líderes de F5, WAD estandariza la seguridad y la gestión para proteger las API nuevas y heredadas frente a infracciones, usos indebidos o explotaciones malintencionadas.

Ahora puedes disfrutar de una protección efectiva y gestionada, respaldada por el soporte permanente del equipo de expertos en seguridad de Telefónica Tech.

Así es como Telefónica Tech WAD mejora la seguridad de las API para su empresa:

  • Descubre automáticamente las API: Detecta y mapea las API para obtener una visión completa de las interfaces no documentadas, no gestionadas y expuestas.
  • Estandariza las configuraciones: Genera y aplica automáticamente políticas de seguridad para centralizar la gobernanza y el control de API nuevas y heredadas.
  • Rastrea la actividad maliciosa: Supervisa la seguridad de las líneas de base, identifica la actividad de los actores maliciosos y bloquea las conexiones e intentos no deseados en tiempo real.
  • Prevén las infracciones cibernéticas: Mitigua los ataques avanzados en las capas de desarrollo y producción, incluidas las amenazas OWASP API Top 10, los ataques de día cero y DDoS, y los bots automatizados.
  • Simplifica la gestión: Libera recursos internos sin necesidad de infraestructura, cambios de código ni conocimientos especializados.

Imagen: Rawpixel / Freepik.