La Inteligencia Cognitiva es una parte, si bien una parte importante de la Inteligencia Artificial, que abarca principalmente las tecnologías y herramientas que permiten a nuestras apps, websites y bots ver, oir, hablar, comprender e interpretar las necesidades del usuario por medio del lenguaje natural. Es decir, son las aplicaciones de la IA que permiten a las máquinas aprender el lenguaje de los usuarios para que éstos no tengan que aprender el lenguaje de las máquinas. La IA, por su parte, es un concepto mucho más amplio, que incluye otras tecnologías o innovaciones como la robótica, el Machine Learning, el Deep Learning, las redes neuronales, el PNL etc.
Los servicios cognitivos, por tanto, buscan imitar los procesos racionales humanos. Analizan grandes cantidades de datos generados por sistemas conectados (no exclusivamente IoT), y ofrecen herramientas con capacidades diagnósticas, predictivas, prescriptivas, capaces de observar, aprender y ofrecer Insights, sugerencias o incluso acciones automáticas. Están muy orientados a la interacción contextual y humana. Por ello, para los expertos, el reto de la inteligencia artificial es adaptar la tecnología para que las personas puedan interactuar con ella de una forma natural y cotidiana. Se trabaja en dar a las aplicaciones capacidades de cognición humana, tales como: