El phishing es una técnica de ciberataque que utiliza mensajes falsos (habitualmente correos electrónicos, SMS o llamadas) para engañar a los usuarios y hacerles entregar información confidencial, como credenciales de acceso o datos bancarios. Los atacantes suplantan la identidad de entidades legítimas para ganar la confianza de la víctima.
Porque es una de las formas más comunes de iniciar incidentes de seguridad. A través del phishing, los ciberdelincuentes pueden obtener accesos indebidos a sistemas corporativos, robar información sensible o desplegar malware y ransomware en la red de la empresa. Además, puede tener consecuencias legales y dañar la reputación.
Las estrategias incluyen formación continua a los empleados, implementación de filtros antiphishing en el correo, autenticación multifactor (MFA) para proteger accesos, y soluciones de seguridad avanzada como SIEM o XDR para detectar patrones sospechosos.
La ciberinteligencia también ayuda a identificar campañas activas antes de que impacten en la empresa.